domingo, 31 de agosto de 2008
Ayer salí a volar en zapatillas cuesta abajo de mis expectativas. Y un disparo de sol me mato de una caricia. Tus rulos no paraban de seducir a mi mejilla que se hacía la tímida recostada sobre tu sien. Ella intentó disimularlo..., no digas nada les dijo, pero tu abrazo fue más fuerte. Uno, dos, tres segundos creo que duró. A ver... Uno, dos, tres, cuatro, cinco...
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