miércoles, 27 de enero de 2010

presente imperativo (pero con minúscula)

Mírame, que en mi egoísmo no puedo dejar de pensarte.
Piénsame, que en mi arrogancia no puedo dejar de desearte.
Deséame, que por mi orgullo no puedo dejarme olvidarte.
Olvídate, que caminado por la costa sin darme cuenta de rastro fui dejando tu nombre…

domingo, 17 de enero de 2010

Lavo mis sábanas con lágrimas de un domingo que supo ser menos triste que otros, para que todavía quede un resto de tu perfume. No escucho las mismas canciones, cruzo de vereda, me ocupo... como si olvidarte fuera el asunto. Le hablo bajito a tu recuerdo como queriendo que siga durmiendo, pero que de igual manera me escuche. Me libero de conjeturas y me entrego a la duda, canto, vacilo, enmudezco… río. Ya no grito, ni corro, no se si es bueno pero me hace bien, al menos no desespero. Menos deambulo de un lado a otro, no fumo, no bebo, no lloro. No logro dejar de dormir de un lado de la cama esperándote.

domingo, 10 de enero de 2010

Necesitando de tu voz y de tu cuerpo

(lo que se dice extrañar...te)

Acaricio el resto de tu perfume en mis sábanas,
en mi cuerpo.
Peino tu recuerdo con mis manos.
Y sueño con tus labios queriendo despertar los míos,
mientras tanto respiro versos sin consuelo a tu hombro izquierdo.
Beso tus miedos y los míos,
que no son muy distintos…
Miedos que se pierden en el viento,
mientras están juntos nuestros cuerpos.
Ando necesitando de tu voz,
Y de tu cuerpo.
quisiera no atormentarte,
pero el domingo y la lluvia se potencian.
No dejan escapatoria.
Cuando las manos sangran por sus huellas,
lagrimas de agua dulce, brillantes como estrellas…
cuando las paredes siguen llorando recuerdos de los que no fuiste partícipe…
cuando la ansiedad se incrementa en estos días,
días de duelo y de presbicia,
días de no saber que hacer con este amor de manual
y sin tu compañía.
Ando necesitando de tu voz,
Y de tu cuerpo.
Llueven en mi cuarto tus silencios.

lunes, 4 de enero de 2010

Amor de Larousse Ilustrado 2010

Quiero salir a caminar de la mano por la plaza san miguel. Comprarte una casa en el parque y que vivamos junto a nuestro perro salchicha que suplirá los hijos que sabremos no tener.
Darte explicaciones y exigírtelas… Despertarme a tu lado y besarnos sin que nos importe lo que dirían nuestras bocas… Decirte que te amo como obviedad, mirarte dormir y hablarte suavecito como con miedo a que me escuches.
Cantarte un tema conocido de Gilda sin que me importe lo que dirían… Ese que dice: “Ámame, ámame suavecito…” Regalarte flores para cualquier fecha sabiendo que no te gustan. Buscarme un amante por las dudas y para saber que se siente. Pasarla mal y volver convencido a tus brazos pensando si te darías cuenta.
Mirarte a los ojos y saber que pensas, leerte un par de versos, taparte por las noches, mentirte y que me mientas. Pelearnos para reconciliarnos y que pases el resto de tus días a mi lado.
Tan ingenuo, tan real, tan ambiguo, tan mortal… tanto amor de manual me va a matar.
(cualquier intertextualidad con arjona pura, excesiva y aborrecida coincidencia… trazos de estebanes asumidos totalmente)