Vomito palabras de amor mudas, que con sus lamentos acarician corazones verdes putrefactos. Músculos flácidos que mueren por ser pectorales. Sí! Tetas... pero de siliconas!
Se acarician, y sangran, sangran motivos de manteles. Manteles de domingos en familia, con problemas. Como todas las familias. Pero en este caso renegando de lo que somos, como mucha gente. Que come y come y ni siquiera come lo que le gusta. Otras ni siquiera tienen que comer, y algunas comen lo que pueden.
Ya nadie quiere sentarse a esa mesa a esperar la comida. Él solo mira televisión. Y él, no sale de su computadora. Habrían sido tan felices siendo heterosexuales. O lo son? Nunca pensamos cargar con tanto mandato familiar, a veces terminamos siendo lo que ni siquiera queremos.
sábado, 27 de septiembre de 2008
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1 comentario:
dejemé de decirle que ud me hizo pensar en mi mesa familiar juan domingo, con mis amantes pasadas las 14 de un sunday feliz comiendo tallarines con tuco y peleando ando ando ando
es que dejemé decirle, los domingos generan cosas... que van desde la depresión hasta el frenesí pasando por el desamor y la venganza.
lo amo domingo.
si, lo amo
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