El silencio dibuja tu rostro.
Silencio que habla,
más de lo que vos querés decir.
Y dice.
Dice más que vos y te delata.
Delata tu desesperación,
tu no amor y tu infelicidad,
añeja felicidad convertida en costumbre.
Silencio que acostumbra a decir palabras,
que tu boca no sabe repetir.
Pero tus ojos sí.
martes, 1 de julio de 2008
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